La alimentación Raw Food o comida viva significa ingerir alimentos sin alterar su naturaleza, es decir, sin cocción ni manipulación alguna.
Eso sí, la Raw Food, igual que la alimentación crudivegana, incorpora algunos alimentos cocinados a baja temperatura.
Gracias a famosas como Demi Moore, Beyoncé, Uma Thurman y Natalie Portman, la alimentación Raw Food ha empezado a popularizarse.
Sin duda, el hecho de que suponga tomar la comida tal y como se encuentra en la naturaleza ha seducido a todas aquellas personas que anhelan un mundo libre de aditivos químicos. Además, como otras dietas, ya ha traspasado ese concepto y, en la actualidad, la Raw Food ya se entiende como una forma de vida.
¿Por qué ingerir la comida cruda?
Al comer, nuestro cuerpo descompone el alimento en pequeñas partículas que nos proporcionan energía. Este proceso empieza en la boca, con una enzima llama Amylasa, que ataca a la comida entrante y rompe el alimento en su camino hacia el estómago y los intestinos.
Esta ruptura es esencial para la transformación en energía. En la comida cruda, estas enzimas están presentes en su forma natural, con todos sus nutrientes intactos. Al cocinar los alimentos, algunas de estas enzimas se pierden y, por tanto, el cuerpo recibe menos nutrientes.
Sin embargo, no todos los alimentos se pueden comer de esta forma. La carne y la mayoría del pescado quedan fuera de la Raw Food, ya que su consumo en crudo podría ser peligroso para la salud. Pese a ello, cualquier alimento orgánico o fermentado puede formar parte de este tipo de alimentación: frutas, verduras, frutos secos, semillas, algas, brotes, grano o hierba.
Ventajas asociadas a la Raw Food
- Contribuye a reducir el riesgo de contraer cáncer. La Raw Food mejora el tránsito. Al ser una dieta orgánica y muy alta en fibras naturales, reduce las tasas de prevalencia de cáncer de colon y de próstata.
- Reduce el colesterol y el riesgo de diabetes. Como está totalmente exenta de grasas saturadas, grasas trans, colesterol y de productos ultraprocesados, disminuye las posibilidades de padecer diabetes de tipo 2, así como hipertensión, sobrepeso y obesidad. Esto se debe a que el consumo de azúcar refinado y grasas saturadas es prácticamente nulo. Al no cocinar los alimentos, los ácidos grasos esenciales de los alimentos se mantienen intactos y no se vuelven perjudiciales, por lo que los niveles de colesterol en sangre se mantienen bajos.
- Salud más fuerte. Los macronutrientes llegan intactos a nuestro organismo y, así, el cuerpo cuenta con más antioxidantes y puede hacer frente mejor a las posibles infecciones víricas y bacteriológicas, como los resfriados comunes y las gripes.
- Mejora el aspecto de la piel y el pelo. Gracias a la inclusión de los macronutrientes y a la reducción de las grasas, nuestra piel y nuestro cabello se vuelven más fuertes y brillantes. Al disponer de niveles de energía más altos y vibrantes, nos sentiremos y nos veremos más jóvenes y también tendremos una mayor claridad mental, previniendo enfermedades neurodegenerativas.
- Reduce los niveles de estrés. Debido a que es una alimentación viva y sana, ayuda a mejorar la calidad de vida. Así, reducirás el peso y descansarás mejor, lo que te llevará a un estado de salud óptimo. Si combinas la alimentación Raw Food con hábitos de vida saludables, estos beneficios incrementarán notablemente.
¿Qué te parece la dieta Raw Food?, ¿te atreves a probarla?