Te proponemos un muestrario de platos y alimentos muy interesantes para consumir en esta estación: uvas, legumbres, setas, champiñones, cítricos y alcachofas, entre otros
Tras las maravillas que nos proporciona la primavera y la explosión hortofrutícola que depara el verano, el otoño no ofrece los ingredientes para tener la mejor despensa.
Es verdad que el tiempo de esta época no invita demasiado a explorar el mundo: días nublados que invitan al descanso o la tristeza, así como jornadas en las que abunda la lluvia, al tiempo que escasean los buenos tomates, producto de esta climatología más fría y pluvial.
Sin embargo, esta estación también deja promesas estimulantes para nuestra mesa: es un tiempo propicio para recuperar la comida reconfortante, como los guisos, las sopas cremosas, las salsas para mojar pan y los postres con enjundia.
A continuación, te brindamos un listado de 10 platos o alimentos que es muy aconsejable consumir durante esta época.
Pescados azules (salmón, sardinas, anchoas…)
En función del pescado que escojamos, su contenido en minerales puede llegar a ser 25 veces mayor que cualquier otro alimento de origen animal.
Además, esta clase de pescados son muy ricos en Omega 3, por lo que fortalecen activamente los huesos.
También poseen gran cantidad de antioxidantes y vitamina B y C, que resultan muy beneficiosos para el sistema nervioso.
Uvas
Hablamos de una de las frutas más dulces, frescas y fáciles de comer (superado, eso sí, el pequeño incordio de quitarle las pepitas, aunque es verdad que en algunos establecimientos comerciales y supermercados venden un tipo de variedad que no las llevan). El otoño es el mejor tiempo para consumirlas por arrobas.
Esta fruta combina muy bien con las clásicas migas,también maridan estupendamente con los platos derivados de la elaboración culinaria de aves.
Aquí van algunos ejemplos para inspirarse en los fogones; codornices con uvas y jengibre es una apuesta ganadora. Tampoco le va a la zaga el curry de pollo con piña y uvas, que activará un festival de matices en el sabor, con gustos complementarios entre sí. En el terreno de los postres, resulta sobresaliente la combinación de higos al horno con uvas y crema fresca.
Setas y champiñones
Altamente recomendables por su alto contenido en proteínas gracias a su valor biológico. Además, ambas delicias son ricas en hierro, fósforo y potasio, minerales vitales para que nuestro organismo funcione satisfactoriamente.
Naranjas y mandarinas
El tiempo otoñal es muy propicio para la recolección de cítricos. En esa sintonía, tanto las naranjas como las mandarinas son altamente recomendables para disfrutar de un buen zumo con su jugo.
También funcionan maravillosamente como postre y como merienda, incluso como pequeño tentempié a medio mañana.
Gracias a su abundancia en esta época, por estas semanas estarán a muy buen precio, que concuerda de maravilla con la calidad que deparan estas frutas en otoño. Así mismo, estos cítricos contribuyen a la prevención de los catarros, tan habituales en esta época de este año,
Alcachofas
Otro alimento cuya temporada por excelencia es el otoño. En este tiempo se localizan con un excelente estado: prietas, brillantes y jugosas. Además, esta verdura permite planificar diferentes tácticas para consumirla.
Por un lado, resulta recomendable adquirir poca cantidad de alcachofas, con la idea de aprovecharla en una misma jornada. De esta manera, eludimos que se deterioren.
Otra estrategia interesante para consumirla es comprarlas en una cantidad estimable, con la idea de hervirlas o asarlas y disfrutar de ellas para toda la semana.
Una de las facetas más interesantes de las alcachofas es que nos sirven para confeccionar un montón de platos. Además, funcionan como un complemento muy resultón cuando elaboramos el táper que nos salva de apuros cuando comemos en el trabajo o fuera de casa, ya que se mezcla de maravilla con muchos alimentos.
Higos
En esos días de temperaturas bajas, este fruto ayuda a entrar en calor. Además, ofrece la ventaja de que los puedes encontrar de diferentes sabores, tanto dulces como salados.
El higo procede del árbol conocido como higuera. Además, es una fruta genuina, ya que sus características son singulares: una piel suave, una pulpa dulce, con aroma que atrae. Como elemento adicional de atractivo, se presta a una mordida crujiente, gracias a sus semillas.
El caso es que los higos se han convertido en un elemento versátil en la cocina, que contribuyen a elaborar diferentes postres, hasta lograr mezclarlos con sabores salados en preparaciones muy diversas. Este fruto es originario de la región mediterránea. En la actualidad, existen más de 700 variedades de higueras en todo el globo.
Los higos no poseen tanto valor calórico como se cree debido a su sabor dulce, al contrario: al consumirlos frescos solo tienen un poco más de calorías que una manzana.
Entre sus cualidades, está el hecho de que contienen numerosos minerales y vitaminas, como potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro y manganeso. En cuanto a vitaminas, está la vitamina K y, en los higos frescos, varias del grupo B, como B1, B5 y B6. Además, tienen mucha fibra por lo que resultan sencillos de digerir.
Nueces y almendras
Los frutos secos, tan genuinos de esta época, son ricos en proteínas y albergan muchos componentes antioxidantes.
Sus grasas, saludables, son muy adecuadas para prevenir enfermedades cardiovasculares. No obstante, contienen bastantes calorías, pero, si ajustamos con proporción la dosis que consumimos, sus beneficios dejarán una huella positiva en nuestro organismo.
Espárragos trigueros
Se trata del alimento más diurético de la dieta mediterránea (es decir, que favorece o aumenta la eliminación de la orina).
Este plato, pues, resulta muy aconsejable para personas que sufren de retención de líquidos o enfermedades del riñón.
Una de las grandes cualidades de los espárragos trigueros es que se trata de un alimento suave, que mezcla muy bien con diversos acompañamientos: desde revueltos o arroces, hasta servirlos como guarnición de carnes y pescados.
Calabacín y calabaza
Su alta composición en agua y su bajo aporte calórico y de hidratos de carbono, las hace ideales para que sean la guarnición perfecta en cualquier plato.
Cocinadas, al vapor, a la plancha o en cremas aportan el toque de sabor que convierte en sobresaliente una mezcla de alimentos.
Legumbres
Es verdad que hablamos de un alimento que está disponible todo el año. No obstante, el tiempo otoñal invita a degustar más legumbres en platos calientes, desde salteados hasta gratinados, guisos y potajes.
El repertorio de legumbres clásicas es muy tentador: lentejas, garbanzos y alubias, además funcionan muy bien con gran cantidad de estilos de preparaciones.
Por ejemplo, las lentejas son las legumbres más sencillas de preparar. Tanto si son lentejas pardinas como castellanas, beluga, peladas o rojas. Hasta el punto de que únicamente se precisan de 10 minutos en la olla exprés o 20 minutos en la olla normal para cocinarlas. A continuación, las podemos emplear en lo que queramos, o bien preparar directamente las lentejas con las verduras y especias que deseemos, para obtener así un potaje que nos permita alimentarnos con una mezcla muy interesante de sabor y aportes a la salud, y hacerlo durante varios días.
Por último, con las legumbres que te vayan sobrando puedes elaborar hamburguesas vegetales de una manera muy fácil, y así disponer de un mayor inventario de comidas para el día a día.