La búsqueda de nuevas formas sostenibles de alimentar a la población han llevado las investigaciones por derroteros dignos de películas de ciencia ficción como la impresión de comida o la creación de carnes en un laboratorio.
El exponencial crecimiento demográfico, el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos disponibles nos obligan a encontrar nuevos cultivos super productivos que consuman menos agua y reduzcan al máximo el impacto medioambiental.
La agricultura celular trata de cultivar tejidos animales destinados a la alimentación, industria textil o médica eliminando la necesidad de sacrificar animales. Esta nueva forma de conseguir cárnicos puede parecernos extravagante e insana, pero la realidad es que tanto el yogur como la cerveza se obtienen siguiendo procedimientos similares.
Ventajas de la agricultura celular
Una de los avances que nos permite la agricultura celular es que garantiza todas las propiedades de la carne original, pero logrando eliminar cualquier tratamiento químico y eliminando todos aquellos componentes no deseados como la grasa, la lactosa o el colesterol.
Esta técnica puede asegurarnos una continuidad en el consumo de la carne como alimento rico en proteínas, pero a un coste tanto medioambiental como económico mucho menor. Permitiendo, por lo tanto, llevar estos alimentos a países donde escasean o son imposibles de obtener.
Además, los controles sanitarios harían que estos alimentos fueran mucho más seguros, eliminando cualquier posibilidad de contagio de enfermedades de origen animal transmitidas a través de los alimentos.
La agricultura celular a debate
Actualmente, esta tecnología solo está en fase de pruebas, de hecho se hizo una prueba en Londres con una hamburguesa de laboratorio, pero pronto lo encontraremos aplicado a nuestro día a día y revolucionando nuestra forma de consumir alimentos.
Ahora bien, como cada avance tecnológico o científico, la agricultura celular cuenta tanto como con defensores como con detractores. A favor se sostiene que reducirá el impacto medioambiental, las emisiones de gases y la potenciación de la salubridad en la alimentación.
Por otro lado, encontramos una postura mucho más comedida que prefiere esperar a ver cómo se desarrollan las pruebas y cómo se comercializan realmente estos productos antes de posicionarse.
Sin embargo, se han encontrado posturas críticas que consideran que la solución pasa antes por un cambio en la mentalidad hacia un nuevo modelo de consumo y producción concienciando a la sociedad de los beneficios de la alimentación básica vegetariana y la producción de alimentos animales respetuosos y siguiendo los parámetros de la ganadería ecológica.
Ahora te toca decidir a ti, ¿de qué lado estás?
Gran contenido, me ayudará en mi negocio Gracias por compartir información útil. Respetuosamente, David,
¿Y qué hay de la repercusión en la salud? ya hubo mucha polémica en su momento con los transgénicos. ¿Podemos decir que no hay efectos colaterales en la salud? Casi todo avance se mide en la generación de beneficios económicos (si además es «respetuoso con el medioambiente» ya está la excusa perfecta).
Creo que aún hay mucho que debatir si no queremos generar un impacto negativo en la población a medio plazo.
Muchas gracias Fernando por tu comentario, efectivamente el equilibrio entre la saludo y el progreso debe estar siempre en la primera linea…