Dirigir un restaurante no es nada sencillo, e implica reunir muchísimos elementos dispares, para que vayan juntos en sintonía, uno de ellos es el menú.
El menú de un establecimiento de hostelería, es un elemento quizá menospreciado por muchos propietarios de negocios de tamaño mediano o pequeño, pensando que solamente los de gran categoría tienen una presentación elegante y bien diseñada.
Es complicado hacer uno, y aunque contrates a un experto para que lo diseñe para ti, hay una serie de elementos que tu como propietario debes cuidar y conocer a fondo.No puedes supervisar algo, sin conocer los criterios para calificarlo.
Recuerda que el menú del restaurante debe:
- Reflejar la personalidad y estilo del establecimiento
- Brindar información sobre lo que los clientes pueden comer
- Incitar a pedir los platos que te interesa servir
Comenzamos con los consejos…
1. Reinventa los elementos clásicos
Los elementos más clásicos y que damos por supuesto en un menú son dos: los nombres de los platos, y el precio de cada uno de ellos.
Pero no los presentes sin más: haz una selección de los más destacados, los más atractivos para el cliente, para ti, e intenta crear una colección que sea atrayente e incite a la venta.
No uses las categorías tradicionales, clasifica por productos frescos, clásicos, calientes, etc.
2. Abre el rango de precios de tu carta
Debido a que el menú contiene los precios de todo lo que ofreces a tus comensales, no puedes «guardarte» nada.
Pero sí puedes ampliar el abanico de precios, y arreglar una carta de menú con precios altos y bajos para tener un equilibrio con precios variados.
3. Presume de los alimentos locales
Si en tu restaurante haces uso de los productos locales, puedes añadir la descripción de cada plato, pero de forma breve, que no sean más de tres líneas.
Imagina que tienes tu restaurante en Guadalupe, Cáceres, y utilizas, por ejemplo: el pimentón de La Vera, la miel de Villuercas y la Siberia extremeña… a tus comensales, extremeños o no, les encantará saber cómo los integras en tu cocina.
4. Organízalo de acuerdo al esquema de lectura
¿Cuándo lees un libro cómo comienzas a leerlo? ¿De izquierda a derecha, de arriba abajo? ¿de derecha a izquierda, de arriba abajo?
Se ha dado por supuesto, en estudios ya viejos, que las personas leen los menús de derecha a izquierda, desde la esquina superior derecha, a la izquierda, luego debajo de izquierda a derecha y finalmente al centro.
Y muchísimos restaurantes diseñan sus menús de acuerdo a esto.
Tengo una noticia: los clientes leen el menú como un libro, de derecha a izquierda, de forma ordenada. El estudio lo hizo la Universidad de San Francisco.
Ese estudio no encontró ninguna evidencia sobre el orden que todos creen.
5. No uses fotografías: usa ilustraciones
Los restaurantes de alta gama no usan fotografías en sus menús: por algo será. La fotografía no es un elemento que se recomiende porque puede crear muy altas expectativas o muy bajas respecto a lo que en realidad recibirán en su mesa.
Usa algunas, pero que sean muy profesionales y de alta calidad. La imagen que os mostramos, es un ejemplo de menú que hemos encontrado en la red social de pinterest, creado como una ilustración que puedes utilizar en su lugar…
6. No coloques el signo de la moneda
Cuando coloques el precio de los platos de tu menú, omite el signo de tu moneda: $, €, £, ¥, etc. Lo único que lograrás es recordarle en todo momento a tus comensales lo que se está gastando, y le parecerá mucho.
Es mejor colocar el número sin más. Es obvio que, si estás en España, serán euros, en México, pesos, en Estados Unidos, dólares, etc.
Un estudio reveló que los restaurantes que omiten el signo de la moneda, venden más que cuando lo tenían puesto.