Profundizamos en los factores que dan a un restaurante de carácter ecológico su sello de calidad: huerto propio, economía colaborativa, ahorro de agua y luz, así como elaboración de preparaciones caseras y una gestión más óptima de recursos, unida al reciclaje.
Los restaurantes ecológicos son esos establecimientos de hostelería que se centran en ofrecer a sus clientes una alimentación lo más saludable y sabrosa posible, al tiempo que se esmeran en cuidar el medio ambiente.
En este artículo profundizamos en los rasgos y características que definen a un restaurante ecológico, al tiempo que detallamos los valores añadidos que comporta el valor ecológico en términos de prestigio e ingresos adicionales.
9 Características esenciales que definen a un restaurante ecológico
1- Sirve sólo carne y pescado que haya sido criado o pescado en condiciones sostenibles y de buen trato animal.
O lo que es lo mismo: un proceso de crianza que haya requerido el menor sufrimiento posible para esos animales.
2- Desarrolla un huerto propio o adquirir productos ecológicos a productores locales
Esto genera enormes beneficios en términos de respeto y aliento de la biodiversidad, así como en lo relacionado con el ámbito económico y el desarrollo del tejido social y financiero de la comunidad en la que se integra y desarrolla el restaurante.
3- Proporciona el tamaño de las proporciones que sirves
El objetivo de este rasgo ecológico es evitar de manera integral cualquier tipo de desperdicio vinculado a las preparaciones que comercializas.
Está muy bien construir una relación ecuánime de calidad-precio, pero también lo está ajustar este parámetro de seguridad alimentaria y justicia social.
Por ejemplo, si en tu cocina recibes habitualmente platos de comida que los comensales no han sido capaces de terminar, deberías considerar seriamente reducir el tamaño de las porciones.
4- Optimiza la gestión de tu inventario
Con un manejo adecuado del inventario, puedes programar mejor los pedidos de alimentos y evitar así hacer pedidos en exceso de productos perecederos, que se puedan deteriorar rápidamente.
5- Incluye elaboraciones caseras en la carta
Esta es otra de las señas de identidad más definitorias de los restaurantes ecológicos.
Cuando se confeccionan preparaciones caseras, de manera artesanal y natural, dentro del propio negocio o muy cerca del mismo, se gana en términos de sostenibilidad, posicionamiento de marca, calidad y cercanía con el cliente, que siente que recibe el valor añadido de lo personalizado y artesanal cuando degusta una de nuestras elaboraciones caseras.
Dicho en otras palabras: confeccionar platos caseros es una manera de hacer sentir único y afortunado, especial, a quien nos visita.
6- Fomenta el ahorro del agua y la luz
En el caso del agua, hablamos de un elemento crucial de un restaurante sostenible, que no solo afecta a la cocina y a la demanda que hagan los clientes sino a todo el local.
Por este motivo, como restaurante que aspira a ser ecológico, debes optar por inodoros con ahorradores de agua y sistemas de filtrado que eviten el uso del agua embotellada, que la haga innecesaria; el motivo es que esa agua embotellada es uno de los principales residuos en un restaurante.
En esa línea, hay que priorizar el uso de jarras o botellas de cristal frente a las de plástico. En el caso de la economización del consumo de luz, se puede incentivar mediante dispositivos de ahorro, economizadores y bombillas de bajo consumo.
7- Favorece la gestión del reciclaje y de los residuos
La reducción, el reciclaje y la reutilización son factores determinantes en el desarrollo de un restaurante eco-friendly.
Esta sintonía se traduce en separar bien los residuos (con especial atención a los que son propios de un restaurante, como el aceite), gestionar adecuadamente los desperdicios y, en la medida de lo posible, volver a reutilizarlos (por ejemplo, generando compost para abonar nuestro huerto).
Para profundizar en esta dirección, se recomienda desarrollar una auditoría de residuos. Lo que implica mantener un registro de la cantidad y el tipo de alimentos que se tiran durante, por lo menos, una semana.
Aunque este objetivo requiere la labor ingrata de escarbar en tu basura, el proceso puede brindarte información muy valiosa sobre dónde necesitas orientar los cambios en tu cocina para hacerla más eficiente y ecológica.
8- Se aprovechan todos los elementos, en todo momento, como el aceite
Un restaurante ecológico es algo así como una oda a la austeridad y el agradecimiento por cada elemento que integra tu cadena de logística.
En esa línea, cuando el aceite ya no sirve para freír, se filtra y se recicla para darle otro uso, como por ejemplo la elaboración de jabón o la fabricación de velas, o se usa como aceite para hornos o moldes, entre otras utilidades.
9- Estimula la economía colaborativa, de la que se convierte en actor esencial
Muchos restaurantes ecológicos suscriben acuerdos con granjeros y agricultores locales para favorecer la producción ecológica y el comercio justo.
En ese círculo virtuoso, se incrementa la calidad de los productos con los que se trabaja, se gana en términos de trazabilidad y calidad, se ahorran costes y se potencia el medioambiente.
Además, la mejora de calidad de la materia prima que comporta este plan se traduce en un incremento del grado de satisfacción y fidelización de nuestro comensal.
En suma, disfrutar de un restaurante ecológico representa ´paladear´ ese valor añadido de cuando sabes que la elaboración que vas a degustar es el resultado de una filosofía de trabajo hecha de procesos responsables y sostenibles, y que en sus ingredientes no existen los procesados, y que se trata realmente de alimentos tan exquisitos como saludables.
Con todas estas pautas descubriremos una manera más sostenible de cuidar de la Tierra y de nuestra salud