Los alimentos que compras y consumes de inmediato, es decir, los que ya están preparados para su consumo, son los alimentos de quinta gama.
Las distintas categorías que se le ha dado a los alimentos debido a los procesos de envasado y conservación tienen un nuevo hermanito: los alimentos de quinta gama. Esta nueva categoría de alimentos ha inundado las redes sociales y se han convertido en tendencia en todo el mundo.
Su sistema de producción, envasado y su riguroso control, además de su buen sabor, han hecho que los platos sean perfectos para nuestro día a día y para mejorar nuestro menú. El éxito de este tipo de platos se encuentra en el proceso de producción, que es casero, pero sin dejar de lado las mejoras tecnológicas.
Alimentos de quinta gama: ¿qué son?
Los alimentos de quinta gama son aquellos que se han sometido a un tratamiento previo a la venta en el mercado. Lo único que hay que hacer es darles un último toque antes de consumirlos. Las distintas gamas de alimentos van desde los frescos a estos de quinta gama, que se refieren a los platos elaborados y posteriormente congelados; pasando por los de segunda (conservas y latas), tercera (productos, no platos, congelados) y cuarta gama (alimentos procesados al vacío).
Estos alimentos de quinta gama son ideales para aquellas personas que no dispongan del tiempo suficiente para ir a comprar comida y después prepararla, porque la cocina, bien elaborada, es una actividad que requiere tiempo. Así que, si lo que quieres es un plato rico y elaborado con el que comer bien en la escasa media hora que tienes libre, los alimentos de quinta gama se convertirán en tu referente.
Para producir estos alimentos de quinta gama, se necesita, en primer lugar, un chef que planifique los ingredientes que se van a utilizar y diseñe el resultado final del plato. Posteriormente, se deja un último toque a realizar por la persona que va a consumirlo. Es decir, calentarlo en el horno o microondas.
Después de la elaboración, los platos se someten a una congelación parcial manteniendo las propiedades organolépticas de los alimentos. Posteriormente, se envasan con técnicas que aseguren su integridad como plato y eviten cualquier tipo de contaminación. Y para terminar, lo único que queda es sacarlos de su envase, darles un último toque de calor para terminar de cocinarlos y lo mejor de todo, ¡comérselos!
A favor y en contra de los alimentos de quinta gama
Como con cualquier tema de actualidad, se ha generado un debate alrededor de los alimentos de quinta gama. Se discute si son buenos, o incluso, si su precio es mucho mayor que su calidad.
Los detractores de este tipo de alimentos critican principalmente que, en ciertos establecimientos, se utilicen debido a la facilidad de su producción en masa, quedando como única tarea del restaurante la de descongelar y dar el último toque de calor. Además, estos restaurantes cobran los platos de quinta gama como platos elaborados en el momento con productos frescos.
A esto, los defensores de este tipo de productos, responden diciendo que los alimentos de quinta gama no pierden ninguna cualidad de los alimentos. Sin embargo, el sabor de ambos platos no puede ser el mismo y, por supuesto, el trabajo empleado para ambos son distintos, por lo que el único consejo que te podemos dar aquí es que no te den gato por liebre. Los alimentos de quinta gama estás riquísimos, pero no pueden costar lo mismo que los platos elaborados con productos frescos.