Pocas estaciones se esperan con tantas ganas como la primavera para comenzar a viajar…
Su explosión de colores, la alegría que confiere a cada rincón y su rotunda espontaneidad, que hace que todo cambie muy rápidamente, la convierten en la época predilecta para disfrutar de viajes de fin de semana o rutas de turismo gastronómico.
Hay lugares que se visten con sus mejores galas durante esta época y que permiten disfrutar de placeres estéticos irrenunciables, en definitiva, no hay excusa para quedarse en casa.
5 Destinos para disfrutar un fin de semana primaveral
Valle del Jerte, Cáceres
Cada año, este valle al norte de Cáceres tiene una cita ineludible con la primavera y el inconfundible manto que lo envuelve.
En esta época, con la floración de los cerezos el blanco que todo lo inunda, permite disfrutar de una estampa inolvidable. Además, es el punto de partida perfecto para descubrir la comarca, ya que durante esos días se organizan fiestas o degustaciones de productos locales, así como una amplia propuesta de ocio y actividades en los pueblos que jalonan el valle.
Parque Natural de Lago de Sanabria, Zamora
No hay mejor época para conocer este bello espacio natural que la de las flores, y esta estación es la primavera.
Es el momento en el que florecen los sauces, las flores silvestres brotan en la vera de los senderos, aún se pueden ver las cumbres rocosas nevadas y su lago brilla en todo su esplendor. A todo esto se suman los atractivos que ofrece el parque para los amantes de la madre naturaleza, como la laguna de los peces o la de las Yeguas. Si a la actividad física le unimos la interesante oferta gastronómica de la zona, completaremos una excelente jornada con el avituallamiento garantizado en variedad y sabor.
Campo de Cagitán, Murcia
En la más florida de las estaciones, esta comarca del sureste peninsular se transforma por completo, gracias a los almendros todo se cubre con un manto rosa que otorga calidez, y sobre todo vistosidad a cualquier ruta de senderismo. Ahora caminar puede convertirse en una experiencia sensorial única.
Dura más de un mes y coincide con el Bando de la Huerta, una popular fiesta que se celebra con desfile de trajes tradicionales y carrozas, acompañando a la ofrenda floral a la virgen de Fuensanta. Y como toda festividad popular que se precie, su oferta gastronómica es excelente y completa, huerta y arroces dan buena cuenta de la tradición para asegurar las lluvias necesarias para que el campo también se alimente, la «patrona» sabe mucho de ésto, y de ahí su veneración.
Las Merindades, Burgos
No tan concurrida, pero no por ello menos interesante es esta zona de las Merindades, entre la montaña cántabra y los páramos burgaleses.
Nos ofrece un espectáculo visual primaveral que es imperativo ver. Aquí, los frondosos bosques y los verdes prados comienzan a mostrar su máximo esplendor. Los pantanos rebosan y las cascadas discurren con una fuerza inusitada, dándonos una sensación de libertad sin precedentes. Especialmente bonita es la de Pedrosa de Tobalina que tiene más de 12 metros de altura, lo que la convierte en una de las más impresionantes de nuestra geografía.
Estamos en zona gastronómica y poder disfrutar aún de un buen puchero o asado nos hará ver el recorrido con mejores ojos, no en vano a un el calor no esta asegurado y templar el cuerpo después de un largo sendero a pie bien merece el esfuerzo.
Selva de Irati, Navarra
Terminamos al norte con un enclave encantador, denso como su bosque y embaucador como las historias que los lugareños cuentan de su interior.
Este enclave entre Navarra y el País Vasco francés, nos muestra en primavera su perfil más exuberante: los robles y las hayas se visten de nuevo, las cimas se tiñen de un verde intenso y los ríos se desbordan. Un paraíso natural que permite disfrutar de la naturaleza de manera intensa, consiguiendo una sensación de placidez y sosiego que pocos enclaves ofrecen.
Y como buena zona ganadera, nos ofrecen excelentes quesos y platos de montaña que colaboran con creces a recuperar las fuerzas para emprender una nueva travesía al día siguiente.