El día a día en la cesta de la compra tienen un nuevo elemento a tener en cuenta, el etiquetado de los alimentos.
Leer de manera correcta el etiquetado en alimentos, nos asegurará que estamos comprando lo que queremos, o por lo menos sabremos el contenido real de elementos añadidos, o conservantes por ejemplo, que tiene el producto.
Uno de los asuntos que más preocupa a los expertos en salud es el azúcar que consumimos sin saberlo.
En este sentido, DKV como empresa comprometida con la creación de un mundo más saludable, ha lanzado el manifiesto Por un consumo responsable de azúcar de la mano del nutricionista Carlos Ríos, creador del movimiento «Realfooding», y el Dr. Jesús Vioque, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad Miguel Hernandez, CIBERESP y ISABIAL.
El objetivo del documento es divulgar las causas, los riesgos y las consecuencias de un consumo abusivo de azúcar, y dar pautas para reducir su ingesta.
¿Cómo debemos elegir los alimentos?
Para poder realizar buenas elecciones alimentarias, debemos saber interpretar el etiquetado nutricional de los productos. Para ello, conviene tener en cuenta algunos consejos:
- Evitar quedarnos con la parte frontal del producto. El colorido del envase, las ofertas o reclamos que sugieren propiedades saludables del producto pueden influir en las decisiones de
- No guiarnos por las etiquetas “light”, “zero”, “0%”, “ecológico” “bio” “integral” o “natural”. Estos términos no hacen referencia al procesamiento del producto. Por ejemplo, se puede considerar “natural” un producto cargado de azúcar, o un producto “sin azúcar” que esté lleno de aceites industriales.
- Dar la vuelta al producto y leer la lista de ingredientes y la tabla de valores nutricionales. Los ingredientes están ordenados de mayor a menor cantidad, de tal manera que el primero de la lista es el que mayor proporción
- Podemos diferenciar si se trata de comida real o ultraprocesada en el listado completo de ingredientes: si lleva más de cinco ingrediente y entre ellos, encontramos los azúcares añadidos, los aceites vegetales y harinas refinadas o aditivos y sal, se trata de un producto ultraprocesado. Aunque no todos los procesados son malos: existen los buenos procesados. Estos suelen contener entre dos y cinco ingredientes y la cantidad de azúcares añadidos es reducida (menor o igual al 10%). Para saber si no se excede en esta cantidad, podemos acudir a la tabla nutricional y comprobar qué cantidad de grasas, proteínas, hidratos de carbono y azúcares contiene por 100g de
Las empresas deben ir más allá de los beneficios económicos, asumiendo su responsabilidad ética, social y medioambiental con la sociedad, a través de acciones dirigidas a sus grupos de interés.
Como compañía aseguradora, DKV se esfuerza en crear un mundo más saludable en los ámbitos de la salud y el medioambiente, la obesidad infantil, la inserción laboral de personas con discapacidad y el envejecimiento activo.