En este artículo vamos a analizar cómo el sistema de seguimiento digital de código abierto llamado blockchain puede afectar la cadena de suministro de un restaurante.
Un blockchain es una base de datos digital compartida de información destinada a aumentar la transparencia entre los usuarios.
Ningún dato, una vez ingresado, se puede eliminar o cambiar, y todos los conectados al blockchain pueden ver las huellas digitales de todos los demás en la información compartida.
Idealmente, es una forma más rápida y precisa de controlar las cadenas de suministro: los operadores de restaurantes pueden a través de blockchain confirmar que los tomates recibidos vienen de la granja prevista y durante el viaje no estuvieron por encima de una temperatura establecida. También pueden rastrear la procedencia de un lote malo.
El blockchain también permiten, los contratos inteligentes, que permiten ejecutar pagos automáticamente a los proveedores una vez que el producto llegue a su destino dentro de los parámetros acordados.
Sin Datos nos hay información, ni blockchain
Sin embargo, la tecnología no producirá datos donde antes no existían, por lo que si un proveedor o distribuidor no está monitorizando actualmente sus productos al nivel que requiere blockchain (y no distribuye esos datos en un formato común), el blockchain no resolverá ese problema. Tampoco el blockchain comprobará si los datos son precisos cuando se carguen.
Si bien blockchain puede haberse promocionado como la forma más inteligente de rastrear un pedido de tomates, no es una solución única para lograr una mayor trazabilidad de la cadena de suministro.
«Blockchain tuvo tanta expectación, algunas de ellas reales, otras no, que la gente se cansó un poco de escucharlas», dice Kevin Otto, director senior de participación comunitaria de GS1 US.
Según Otto, la primera pregunta que alguien debería considerar implementar la tecnología blockchain a lo largo de su cadena de suministro es: «¿Puedo capturar y compartir datos sobre eventos de la cadena de suministro en este momento, sin blockchain?»
«Si la respuesta a eso es no, entonces no te interesa comenzar a utilizar blockchain«, dice Otto.
Lucelena Angarita, directora de sistemas y estándares de la cadena de suministro de la Cooperativa de Compras Independientes (IPC) de EE.UU., lidera el equipo que administra los datos de la cadena de suministro en la red de Subway de decenas de miles de restaurantes.
El equipo intentó un piloto de blockchain durante seis meses el año pasado y concluyó que, por ahora, no era la solución correcta para IPC.
Algunos de los componentes principales de blockchain, como el hecho de que la información no se puede cambiar o borrar, causaron demasiados dolores de cabeza cuando cada uno de los 500 proveedores y distribuidores de IPC no cargaban sus datos correctamente cada vez.
Angarita y su equipo también habrían tenido que convencer a cada uno de esos 500 socios comerciales para que usen el mismo servicio de blockchain para cargar datos en un idioma común, lo que generó preocupaciones sobre el intercambio de información privada con competidores directos.
El objetivo del blockchain es mejorar la calidad de los productos al conocer todos los datos en toda la cadena de suministro. Pero es necesario que todos los socios estén dispuestos a participar y a colaborar.
En IPC, tardaron tres años en que el 98% de los productos enviados a lo largo de la cadena de suministro de Subway tuviera un código de barras preciso para la trazabilidad, dijo Angarita.
El blockchain es el futuro de los restaurantes, pero es un proyecto difícil, y que tomará años en poder ser fiable.
La pregunta es: ¿tu restaurante se uniría al blockchain cuando se te presente la oportunidad? ¿confiarías en la información que el blockchain te ofrece?