Sin duda, si tenemos que elegir un superalimento que está arrasando con su éxito, ese es el kéfir, una bebida de leche fermentada con numerosos beneficios para tu salud.
Todos hemos tenido que tomar probióticos alguna vez, bien por diarrea, candidiasis, o bien por cualquier tipo de enfermedad que implicase tomar un antibiótico. Generalmente, se suelen mandar probióticos en pastilla que puedes encontrar en cualquier farmacia, pero ¿y si te decimos que tienes opciones totalmente naturales?
El kéfir, como bebida de leche fermentada, cuenta con un montón de microorganismos vivos que aportan un buen número de beneficios para tu salud. Al igual que el miso o la kombucha, el kéfir cada vez cuenta con más admiradores. Si aún no lo has probado, o no tienes muy claro si fiarte o no de esta bebida tan deliciosa, ¡sigue leyendo!
Beneficios y propiedades del kéfir
Como ya hemos comentado, el kéfir es una bebida fermentada hecha a base de leche, lo que significa que es un magnífico probiótico para cualquier persona que necesite restaurar su flora bacteriana.
Los beneficios del kéfir son innumerables, pero comencemos por un dato que te interesará si eres intolerante a la lactosa. La función de los microorganismos que forman el kéfir es predigerir la leche, algo que crea una fermentación lacto-alcohólica que reduce las cantidades de lactosa para convertirla en ácido láctico. ¿Traducción? Las cantidades de lactosa son mínimas y eso lo convierte en una bebida apta para todos.
Aparte de este punto a favor del kéfir, otro de los beneficios que caracterizan a esta bebida es su capacidad para prevenir y aliviar las molestias digestivas gracias a sus propiedades laxantes o astringentes, dependiendo del tiempo de fermentación.
Además, el kéfir tiene la peculiaridad de ayudarnos a digerir de forma más rápida y mejor los macronutrientes de forma que, no solo permite que el estómago los asimile mucho mejor, sino que también favorece una mejor sintetización de las vitaminas.
¿Cómo hacer kéfir en casa?
Tras desvelarte todos los beneficios que posee esta bebida fermentada, no podíamos dejar de explicarte cómo puedes hacer tu propio kéfir casero. Hacer kéfir es una actividad sencilla y gratificante. ¿Te interesa saber cómo hacerlo?
Lo primero que necesitas para hacer bebida de kéfir son los nódulos de kéfir. Estos se parecen a granos de arroz, con un color blanco y un aroma ácido. Los nódulos de kéfir son difíciles de encontrar para comprarlos, sin embargo, si conoces a alguien que ya esté haciendo esta bebida puedes pedirle que te de alguno de los suyos, ya que cada vez que se prepara una nueva tanda de kéfir se obtienen nuevos nódulos. También puedes encontrarlos por Internet, ya que hay gente que los regala.
Otros utensilios que necesitarás para la realización de este brebaje mágico serán: un tarro de cristal, una servilleta, una goma, un colador, otro tarro y leche fresca. Dependiendo de cómo prefieras el kéfir resultante, puedes escoger la leche entera, semidesnatada o desnatada, quedando más denso si escoges la primera y más líquido si utilizas la última. ¡Un dato importante! en este proceso debes mantener la higiene de los utensilios al máximo, y evitar todo lo posible la utilización de elementos metálicos.
¡Ya estamos listos! Ahora solo queda poner los nódulos en la leche, tapar el tarro de cristal con la servilleta y la goma para que respire y dejarlo fermentar en algún cajón o armario oscuro y seco durante 24-48 horas. Tras esto, podrás colar tu bebida y comenzar a disfrutar de tu delicioso kéfir casero. No olvides lavar los nódulos y guardarlos para la próxima fermentación.
Ahora ya no tienes excusa, ya conoces todos los beneficios que te puede aportar este probiótico natural, así como la forma de hacerlo en tu propia casa, ¿te animas a probarlo?
