Estamos en Invierno, la estación del frío, resfriados y gripes, pero en gastronomía también tenemos nutrición saludable y remedios para muchas dolencias y enfermedades .
Los cambios bruscos de temperatura a los que sometemos al cuerpo en estos fríos meses del invierno son el principal caldo de cultivo para que nuestro organismo deje que proliferen diferentes patologías que se traducen en malestar general o resfriados.
Aparte de todo esto, el compartir un área de trabajo o transporte público es otro de los principales factores de contagio de este tipo de enfermedades que se propagan a la perfección a través de las vías respiratorias.
Hoy vamos intentar dar alguna pincelada nutricional para ayudar a mejorar la salud de cada uno con el consumo de forma habitual de algún alimento, que ni mucho menos será mágico, pero seguro que sus nutrientes y principios activos, ayudarán a crear un auténtico escudo a los catarros y resfriados.
Además, a nadie le gusta estar enfermo y mucho menos en los días de Navidad previos a la festividad de los Reyes Magos…
La Miel
Este interesante ungüento tradicional, producido por las incansables abejas, es un fármaco natural que recoge en su composición sustancias medicinales como ácidos vegetales beneficiosos, que sintetizan los animalitos en su constante vuelo entre flores a través de su polen.
Su composición es principalmente de agua y azúcares aparte de esos nutrientes vegetales antes mencionados, lo que proporciona es un intenso aporte de minerales, vitaminas y antioxidantes.
Nos sirve para endulzar todo tipo de comidas, bebidas e infusiones y actúa como antitusivo natural, pero ojo con las cantidades que engorda...
Una cucharada al día, y el escudo natural de nuestro cuerpo ya estaría activado.
El Yogurt
El fermento lácteo no podía ser mejor aliado para el organismo, en los blancos yogures naturales, nos encontramos una fuente abundante de probióticos naturales o bacterias vivas, como el famoso y televisivo «lactobacillus” que ayuda a repoblar la flora bacteriana del estómago.
Esta es su función, formar un escudo de salud dentro del organismo, y así protegernos de posibles infecciones que llegaran vía ingesta de alimentos.
Un vaso de yogurt, sin azúcares añadidos y preferiblemente natural, sin estridencias de colores o sabores exóticos, nos dará no solo frescor en su consumo, sino también una interesante protección, para dejar de lado los pañuelos en estos primeros días del invierno.
Los Cereales
Dejando de lado al tradicional trigo, en la Avena y el Centeno podemos encontrar un gran aliado para la salud en estos nuevos alimentos, que aun estando siempre entre nosotros, los destinábamos únicamente a dietas de adelgazamiento o a alimento animal.
Estos dos cereales integrales contienen betaglucanos, un tipo de fibra que ayuda al sistema digestivo y tiene efectos antioxidantes y antimicrobianos.
También tienen una capacidad de cicatrización y curación de heridas increíble y son un compañero de viaje perfecto para los antibióticos en su lucha por erradicar las infecciones del organismo.
Tomado una buena dosis de ellos al día, no solo haremos y crearemos un hábito de desayuno saludable, son que también conseguiremos fortalecer al organismo cual armadura anti bacterias e infecciones.
El Limón
Primo hermano de la infantería antiresfriados de de Naranjas y Mandarinas, por su alto contenido vitamina C, es nuestro nuevo protagonista amarillo no tan usual en la dieta, que ayuda para fortalecer al organismo.
En el Limón natural, encontramos vitaminas, antioxidantes, y aceites esenciales antisépticos como el limonol, que es un excepcional antiinflamatorio y ayuda a eliminar toxinas mediante el sudor.
Desayunando un vaso de un limón por la mañana, aparte de despertarnos de golpe por la acidez e impacto, conseguiremos prevenir a nuestras fosas nasales, del incomodo y constante moqueo que conllevan los resfriados.
No solo con naranjas conseguimos vitamina C, ahora podemos también dar un nuevo color a nuestros desayunos, y también algo de sabor…
Las Uvas
De momento solo las rojas, dejemos las blancas para las tradicionales campanadas o para otro momento de consumo.
El color rojo que aporta generalmente la piel de la uva, contiene un elemento muy interesante para la salud, el resveratrol, que es aparte de una nueva moda en la cosmética, un antioxidantes muy potente que protege a las células y retrasa el envejecimiento.
Otra de sus desconocidas propiedades es también el combatir los resfriados y catarros, ya que tienen un contenido en azúcares y fitonutrientes saludables.
Con el consumo diario de la fruta de la vid en su versión esférica y fungible, o bien con la ingesta moderada de su liquido fermentado en forma de vino, podemos asegurar la parte del escudo que nos faltaba para completar nuestra barrera de salud.
Además a nadie le gusta estar enfermo y mucho menos en los días de Navidad previos a la festividad de los Reyes Magos…