¿Foodie o Gastro Gourmet?

Estamos ya bien entrado el siglo XXI y aún no somos capaces de poner en común acuerdo el concepto del gusto por la comida, o la capacidad y conocimiento de la misma.

Desde hace décadas, reconocíamos a los individuos con gustos refinados como Gourmets o Sibaritas, los cuales destacan por tener un grado de conocimiento muy alto en lo referido al gusto en las comidas y las bebidas.

Otra cosa es el vocablo francés Gourmand, que designa a la persona que aprecia y disfruta con los buenos manjares, sin acreditar su especial conocimiento sobre los mismos, por ello no debemos tratarlos en la misma línea.

Hoy ser un Gourmand es popularmente conocido como Foodie, pero esta nueva distinción o estilo de vida que está tan de moda, necesita de la acreditación de ciertos hábitos y conocimientos.

Ya no solo vale querer comer bien y disfrutar de ello, necesitamos que se note en el entorno, y digo bien, comunicación, análisis y difusión…

¿Cómo se cultiva el ser un buen Foodie o Gourmand?

Ser un foodie es altamente sofisticado y a la vez costoso, pero como dice el refrán, “sarna con gusto no pica…”

La primera clave que debemos destacar en el concepto, y sobre todo aptitudes de un buen foodie, es el constante objetivo de demostrarlo, aparentándolo y practicándolo continuamente.

Existen postulados muy modernos para sí acreditarlo, pero su fuente de inspiración no es tan vanguardista, las líneas de los manuscritos de escritores como la americana Mary Frances Kennedy Fisher, revolucionaron la manera de entender la cocina y la comida, y eso que lo datamos en los 40´s, sin tener que ser una clara bandera de modernidad.

Así que no todo es tan novedoso aunque esté creando tendencia, aún ponemos en valor, muchos de los postulados que Brillat-Savarin nos exponía de forma brillante en fisiología del gusto, de nada menos que de 1825, que ya nombrábamos en el reciente artículo del análisis sensorial para disfrutar en la mesa del mes pasado.

Lo Vintage vuelve, y es para quedarse en una clara fusión de conceptos tradicionales, unidos a la más alta preparación culinaria, lo que ha hecho que sigamos disfrutando de los mayores placeres gastronómicos de recuerdo en nuestra mente, ahora en claras transformaciones gustativas o visuales, que se han desencadenado hasta la deconstrucción.

Productos infusionados de grato recuerdo en el olfato, han adelantado a las famosas espumas del maestro Adriá, que revolucionó los conceptos culinarios a finales del sigo pasado.

Sin comerlo, ni beberlo destacar en el Mundo Foodie, hace tener acreditados numerosos conceptos de la elaboración y hasta en su caso,  el control de la formulación química y la física de los fluidos, ¡Vaya tela! digo y exclamo, para no parafrasear al exministro y expresidente del congreso D. Federico Trillo en aquella célebre reflexión a micrófono abierto acordándose del fruto de la reproducción de los animales oviparos…

Es un hecho,  las incesantes evoluciones en la comida y en la elaboración culinaria, han hecho que para degustar, también sea necesario conocer. Cosa que cuando uno era un Gourmand no era imprescindible, por ello comenzamos también a distinguir una clara diferenciación entre ambos calificativos, no siendo tan iguales en su definición

¿Es necesario ser tan culto para poder disfrutar de la comida?

Claramente mi opinión es que no, por eso veo casi necesario poder diferenciar este neo-concepto de Foodie del tradicional de Gourmand, que seguro muchos amantes de la cocina y de la gastronomía secundaran. Se vive más a gusto disfrutando sin saber, que sabiendo y categorizando todo lo que uno se echa a la boca. ¿O no?

Seguramente a muchos se nos venga a la mente lo bien que se vivía en los 70´s o los 80´s cuando los teléfonos estaban únicamente en las casa y con cable, alguno hasta llegaba del salón a la cocina, pero no se lo ocurría a ninguno de ellos traspasar el dintel de la puerta de entrada.

Ahora viven con nosotros, comen con nosotros, retratan lo que pedimos en un restaurante y además es el causante de que lo inmortalicemos todo, para compartirlo con nuestro nube de amigos y seguidores. Realmente hemos avanzado, pero antes se disfrutaba más de las cosas…

Como colofón, dejemos estas preguntas abiertas para que todo amante de la gastronomía pueda retratarse como un autentico gourmand o un moderno foodie.

• ¿Es necesario tomar Vermú para disfrutar de un aperitivo?
• ¿Se hace imprescindible tener barba y vestir a la moda para disfrutar de la comida?
• En el caso de la mujer ¿Debemos realmente saber de vinos para saber lo que nos gusta?
• ¿Hay que ser un experto en gastronomía y nutrición para disfrutar de los que nos pide el cuerpo en cada momento?.

Otra cosa es que la salud, el momento, o bien el disponible en el boldsillo, nos permita, aconseje u prohíba dependiendo cual sea nuestro estado, pero hasta la comida a la plancha puede tener glamour si se hace con cariño, actitud y sobre todo sentido del humor.

¡Larga vida a los Gourmand!