¿A quién no le gusta un buen plato de pasta fresca a la italiana? La pasta es un plato que triunfa siempre, y si encima eres tú el autor/a de esa maravilla, triunfará el doble.
La pasta es un plato súper socorrido al que todos hemos recurrido alguna vez cuando no sabíamos qué hacer de comida, pero teníamos claro que tenía que ser algo rápido y fácil de elaborar.
Si has probado alguna vez la pasta fresca, conocerás perfectamente por qué es infinitamente más sabrosa que la seca, pero si aún no la has probado y eres un amante de este tipo de comida, que sepas que puedes consumirla cuando quieras gracias a las máquinas para realizar pasta casera.
Máquina de hacer pasta, ¿me merece la pena?
Cuando pensamos en hacer pasta casera, nos imaginamos toda la cocina llena de harina, la ropa cubierta del polvillo blanco, los dedos pegajosos… En definitiva, un desastre. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Elaborar pasta casera es verdaderamente sencillo. La masa tarda como 15 minutos en hacerse, y al final, en 30 minutos puedes disfrutar de un maravilloso plato de pasta fresca en tu mesa.
Ni siquiera necesitas ser un manitas en la cocina, ya que, gracias a la máquina de hacer pasta, lo único de lo que tienes que preocuparte es de lograr la masa. Y si consigues una máquina automática, ni siquiera tendrás que preocuparte por eso.
Si te merece la pena o no invertir en una máquina, dependerá de lo mucho que adores este plato italiano y de cada cuanto lo consumas. Al final, no deja de ser un aparato más en la cocina, y si no lo vas a usar acabarás por odiarlo.
Si por el contrario, cada semana la pasta fresca se hace un hueco en tu carrito de la compra, merecerá la pena. Al fin y al cabo, invertir tiempo en la cocina es invertir en salud, y ¿qué son solo 30 minutos para poder disfrutar de un delicioso plato de pasta casero 100%?
Además, una ventaja añadida es que podrás experimentar con la masa: probar diferentes harinas, añadirles colorantes naturales como jugo de remolacha o tinta de calamar… ¡Podrás conseguir un montón de tipos diferentes de pasta sin apenas gastar dinero!
Diferencias entre pasta fresca y pasta seca
Tanto la pasta fresca como la seca tienen la misma receta, de hecho, la pasta seca, en su origen es pasta fresca sometida a distintos procesos de secado para hacerla más duradera. Esta sería la principal diferencia: la duración. Una vez que hagas pasta fresca, únicamente te aguantará en el frigorífico unos pocos días, eso sí, siempre puedes congelarla (antes de cocer) y quedará perfecta.
A la hora de cocinar pasta, todo el mundo sabe cómo hacerlo: agua hirviendo, un poco de sal y a esperar. Con la pasta fresca, hay que tener especial cuidado, ya que la masa está recién hecha y con solo 3 minutos de cocción ya estará lista. Si te pasas de tiempo, se quedará pastosa y es probable que no te termine de convencer.
La última diferencia tiene que ver más bien con el acto de comerla. Su sabor y textura es diferente a la de la pasta seca. La pasta fresca, al estar recién hecha y ser casera, cuenta con un sabor más fuerte y una textura mucho más blanda. Además, si la vas a cocinar con salsas, debes saber que es mucho más permeable y se integra mejor con las mismas.
Si eres un amante de la pasta y quieres sorprender a todos tus invitados con platos únicos y muy especiales, ¡anímate con una máquina de hacer pasta y disfruta de tus creaciones!
