Si tienes una página web para tu restaurante, o tienes un blog de gastronomía, este artículo te interesa.
Admito que el título es un poco engañoso: no hay una receta perfecta para un menú de navegación. Los sitios web son diferentes, todos tienen formas, tamaños y objetivos diferentes y es imposible llegar a una sola forma de encontrar la ‘receta del éxito’.
No voy a darte la receta perfecta para tu menú de navegación, pero sí los principios básicos y las herramientas que puedes utilizar para crear el menú perfecto para tu página web, y que seas capaz de seguir mejorándolo con el paso del tiempo.
La clave principal: utiliza las palabras correctas
El menú de navegación de tu página web no es un sitio para que le des rienda suelta a tu creatividad. Tan solo tienes unos cuantos espacios con las que puedes trabajar, y con cada una de ellas tienes que conseguir que tu visitante navegue.
Esto significa que cada palabra, o apartado de tu menú debe jugar un papel muy importante en dejarle totalmente claro a tu lector sobre lo que encontrará al hacer clic allí. Si no es así, nadie hará clic en esa palabra.
Esto no quiere decir que debas descartar todas las palabras genéricas que ves en casi todos los menús. En algunas ocasiones si no las utilizas, los clientes pueden perderse y desconcertarse.
Intenta buscar sinónimos o palabras relacionadas a ellas.
¿Cómo saber si tus palabras y su orden son óptimos? Te recomiendo que hagas pequeñas tarjetas con distintos nombres, y físicamente en tu escritorio los organices y vayas viendo cómo resultan.
El mejor modo es verlo físicamente. Si es posible, pide opiniones a terceros ajenos a tu web.
Para un excelente menú de navegación: pregúntale a tu audiencia
Cuando creamos un sitio web, el mayor reto, seas o no experto en ello, es qué tan fácil daremos por sentado las cosas que los demás entienden respecto a lo que nosotros, como creadores hacemos en el sitio web.
Es decir: quizá tu veas una lógica al usar cierto orden o palabras, pero las demás personas se confundirán. Y has dado por hecho que lo que tú piensas, lo piensan los demás.
¿Cómo eliminar esa odiosa incertidumbre?
Supongamos que ya has establecido el menú de navegación principal, y tu programador (o tú mismo) lo ha publicado ya en la web. ¿Cómo saber si tu audiencia lo entiende y le gusta?
Preguntando.
Te explico algunos métodos para que preguntes o lo averigües.
Puedes comenzar con una pequeña encuesta. Para ello te recomiendo utilizar SurveyMonkey, es de las mejores aplicaciones para ello y tienen paquetes gratuitos.
En una encuesta simple, pregunta a tus lectores qué es lo que están buscando cuando visitan tu sitio web, da igual si es el de tu restaurante o tu blog de cocina mexicana (por ejemplo), cómo lo encuentran, y si el menú de navegación les ayuda a encontrarlo o no.
¿Cómo lograr que respondan? Sobórnalos. “¿Quieres rellenar tu refresco cuantas veces quieras? Rellena ésta encuesta para obtener el cupón”.
Puedes ofrecer un descuento, bebida gratis, algo atractivo para tus potenciales comensales.
Menos opciones dan mejor resultado
La Harvard Business Review publicó un estudio muy interesante hace poco más de diez años sobre cómo la gente elige respecto al número de opciones que se le presentan. El estudio sigue siendo válido hoy.
Reunieron a dos grupos de personas: a uno se les dio seis mermeladas a elegir, mientras que, al otro, les dieron veinticuatro mermeladas para elegir.
Los resultados son asombrosos: los compradores del grupo con tan solo seis opciones, fueron 600% más dispuestos a comprar una mermelada que el grupo que tenía 24 opciones.
En otras palabras: el grupo con muchas opciones a elegir, tienen 600% menos de probabilidades de elegir algo.
Éste es un ejemplo clásico de la Ley de Hick: el tiempo que se necesita para tomar una decisión aumenta a medida que tenemos más opciones entre las cuales elegir. Y en una página web, esto es la muerte.
Respecto a esta ley, hay otro estudio de Chartbeat, que encontró que más de la mitad de tus visitantes abandonará tu sitio web luego de quince segundos o menos. Vaya, que no puedes hacerles perder el tiempo.
En lugar de un menú de navegación con una docena de opciones, con muchos efectos de acordeón o desplegables, dentro de otros, etc., limítate a un puñado de opciones muy importantes para tu negocio.
No sobrecargues tus menús: perderás mucho.
Es imposible decirte cuántos elementos son pocos o demasiados. Deberás hacer pruebas para encontrar la óptima para tu negocio.
Utiliza menús creativos con moderación
Quizá tu diseñador, o tú mismo, hayas visto que los menús desplegables o menús de hamburguesa (los que no se ven, y que se muestran solo haciendo clic a un ícono, normalmente tres rayitas) pueden ser útiles para las categorías de recetas, por ejemplo.
Pero como te dije antes: debes tener en cuenta siempre la perspectiva de tu lector antes de hacerlo. La página de tu restaurante está hecha para tus visitantes, no para ti. Aunque a veces no te gusten las cosas que funcionan.
Cuando tu página web carga, no tiene que ser obvio para nadie que hay un menú desplegable o escondido dentro de un botón o palabra del menú principal. No todos son nativos digitales.
Para algunas personas puede resultarles confuso o molesto tener opciones en las opciones que se les presenta, y muchas de estas personas, desistirán y se irán.
En ocasiones crear una página con todos los elementos con una imagen y un botón es más efectivo que un menú desplegable, por ejemplo.
Si en tu restaurante tu público objetivo es joven, quizá no tengas este problema.
No solo preguntes: espía a tus clientes
Además de las encuestas, es muy bueno espiar a tus visitantes.
Hay herramientas que lo hacen y puedes generar dos elementos que son oro puro para ti como dueño, y para tu diseñador: mapas de calor y grabación de lo que hacen tus visitantes en tu página.
La mejor herramienta, sin duda, es HotJar: registra la actividad en tu sitio web durante un período determinado de tiempo, y luego te muestra exactamente dónde hacen clic las personas y con qué frecuencia, de forma visual… lo que conocemos como mapa de calor.
También graba sesiones completas de tus visitantes: verás en tiempo real cómo leen, cuando hacen scroll, y en qué momento se van, etc. Así sabrás si tu menú de navegación funciona… entre otras muchas cosas que quizá no buscabas.
La herramienta es gratuita, aunque tiene versiones de pago muy interesantes.
Conclusión: menos es más
Hay infinidad de diseños para tu menú de navegación: desplegables, de hamburguesa, los mastodónticos mega menús, etc.
Pero, y a pesar de tanta variedad y espectacularidad, los estudios demuestran que la clave es la sencillez, no darle tiempo al visitante, y darle solamente lo más importante.
Y claro: preguntarles… o espiarles.