El tiempo ha cambiado, la sensación térmica es más agradable y en nuestro cerebro cambia la percepción sobre muchas cosas, La luz del día es más intensa y todo se ve de manera consciente o subconscientemente, en definitiva de forma diferente.
Pronto apretará el calor y nos despojaremos de la ropa para ir a la piscina o a la playa, y de repente suena la alarma… ¿cómo he cogido estos quilos durante estos meses?…
¡Necesito urgentemente la operación bikini!
Haces la prueba, sacas un bikini del armario y te lo pruebas, (igual para los hombres de ahora en adelante pero con la holgada bermuda que usábamos en la anterior temporada)….
Conclusión, prefieres no seguir mirando, comienza ese estado de ánimo más conocido como “Depresión”. Ahora es cuando comienzas a estar en manos de los cazadores de la operación bikini anual.
Todo tiene que ser rápido, tienes poco tiempo así que manos a la obra…ya es hora que cojas el suculento catálogo de Dietas y Productos Mágicos de la actualidad.
A veces, te puedes apuntar al gimnasio, pero suele dar mucha pereza si no se está acostumbrado a realizar una actividad física moderada constante que además nos guste o nos divierta.
Lo más estrambótico que te puedas imaginar existe. Parece mentira pero hay más brujería en el siglo XXI que en la edad media. Y lo peor es que son miles las personas que caen en la tentación que propagan estas fuentes fraudulentas, víctimas de la desinformación, el desconocimiento o simplemente la desesperación.
¿Realidad o ficción? Esa es la cuestión.
El truco que usan todas las dietas milagro es muy sencillo… Son estrictamente hipocalóricas, y sin ninguna base científica que la sostenga. Sea del tipo que sea, hacer un repaso con base científica no viene al caso en este artículo, emplearíamos miles y miles de palabras y quizás, las podemos ver por separado al menos las más representativas en otros artículos.
Una vez captado al sujeto, el proceso siempre es el mismo, cómo son muy hipocalóricas se adelgaza rápidamente en poco tiempo, generalmente perderemos grasa , masa ósea, masa muscular, etc, lo que está totalmente contraindicado.
- Chispas! Te dices…funciona! Así que ya tienes método para cada vez que quieras quitarte esos quilitos de más. Pagas religiosamente la cantidad estipulada y se lo trasladas a tu amigo/a de turno.
- El efecto dura muy poco, y ya metidos en el veranito cuenta el efecto psicológico inicial, esa primera vez en que llegas a la playa donde muchos no te han visto hace 11 meses, y piensas… ¡Mira a fulanita (que gorda se ha puesto)!, y te entran ganas de quitarte ya el vestido, mientras todos te miran.
- Ahora veréis (piensas) y te quitas lenta y seximente el vestido, pero de lo que no te has dado cuenta, es de que si sigues así, además de poner en riesgo tu salud, tu musculatura, independientemente de tu complexión, irás perdiendo “fuelle”, tu piel se deshidratará por su envejecimiento, tus huesos se debilitarán, y tu postura dejará de ser correcta, y entonces, ya no habrá remedio para estar guapa/o. Ni dietas mágicas, ni porras en vinagre.
Para muestras, un ejemplo Real
Allí, en el otro extremo de la playa, está ella, María, tiene 41 años y juega con sus 3 hijos (quienes además le proporcionaron un largo y doloroso parto pues pesaron alrededor de 4 Kg cada uno al nacer).
Luce una silueta imponente, y su cara refleja serenidad, control, seguridad, inteligencia a la par que un tronco sostenido por unas piernas que ya las quisiera cualquier modelo actual.
María sigue su Dieta, sana, equilibrada y moderada, además lleva años practicando su deporte favorito, acompañada de buenas amistades, de forma constante y reforzada con ciertos ejercicios de fortalecimiento muscular allá donde la actividad física que práctica no llega tanto.
Aprendió a comer y es siempre feliz a este respecto, no un día al año, y digo un día, porque el efecto de las dietas mágicas también dura poco en lo psicológico.
En cuanto te despistas, porque claro, tienes hambre debido a las pocas calorías que ingieres desequilibradamente, coges el peso anterior, incluso más.
A mitad de verano, ya estás igual que antes de someterte a la magia de la bola e cristal, comenzando a escusarte, ¡claro, tanto salir por ahí!…
Pero ya no importa tanto, estas acostumbrada a ir en bikini o bañador y en Septiembre haré otra vez la dieta. Replicaremos la vuelta de las vacas, frecuentando el gym, donde no hay nada mejor para detoxificar y/o depurar los excesos del verano.
Un matiz, si lo que estás es intoxicado….corre urgentemente al hospital más cercano…no hagas eso que llaman dieta detoxificante, porque no existe, se trata de otra engañufla, y si tienes que depurarte, entonces es que eres una piscina…no un ser humano…
Tu vida es estresante, llena de altibajos, y además puedes hacerte daño a medio plazo, osteoporosis, problemas en el ciclo menstrual, caer en la anorexia o la bulimia, envejecimiento acelerado…
María, como todos los años, en Septiembre visitará el mercado para ver, oler y probar las fruta y la verdura de temporada. Volverá a disfrutar con su Dieta, la cual no es una cárcel para ella, sino todo lo contrario, es la que le proporcionó libertad.
Aprendió a comer hace años, era obesa y no se cuidaba nada. Pero ya pasó, conocerse a si misma, enfrentarse a sus miedos, ser mejor persona y disfrutar de la vida se ha hecho realidad en su vida.
Desmitificando las Dietas Mágicas
Pasan los años para doña dieta mágica, su obsolescencia está programada, año tras año recurre en varias fechas del calendario para recuperar las indicaciones de la dieta mágica, lo que produce una media estadística anual nutritiva deficiente, ya que son varios meses del año en los que se “desnutre” con conocimiento.
Nunca aprendió a comer, nunca aprendió a mirarse en el espejo. Lentamente entristece, y la paga precisamente con la comida vuelven los kilos y como suele ser habitual, pasan más años y engorda, no hace ejercicio y no sabe comer, pero ya no tiene fuerzas para más dietas. Se abandona.
Con la menopausia todo empeora, todavía es más difícil contener los quilos y además no sabe que a medida que avanza la vida las necesidades calóricas disminuyen. Por el contrario María si conoce todos estos datos porque está bien informada.
Este comportamiento humano, es la base del éxito de estas dietas dañinas física y psicológicamente, las que además, por no cumplir la base científica establecida y recomendada por las autoridades, científicos, profesionales, etc., deberían ser perseguidas por representar un fraude y una falta al derecho a la protección de la salud de las personas.
Todo ello esta recogido en nuestra legislación y lo que nos deparará el futuro es una incógnita, pero no debemos dejar de alertar y prevenir de su existencia a la sociedad, por parte de todos los actores implicados. Administraciones públicas, comités científicos internacionales y nacionales, universidades, profesionales de la salud, medios de comunicación, etc, deben convertirse en los principales altavoces de esta denuncia y a la vez perseguidores del fraude. Desgraciadamente un largo camino por delante…
