El final del año siempre es muy recurrente en los datos estadísticos, pero los de este año son de los más esperados para saber si existe activación económica, y en nuestro sector hostelero si hay cambio de tendencia.
De momento la tendencia está al alza aunque sea solamente de unas décimas, pero los establecimientos de hostelería de España comienzan a ver un ligero crecimiento en cuanto la facturación, y fruto de ello es igualmente importante el barómetro del empleo que también toma una crecimiento frente a los malos datos de años anteriores.
De siempre el consumo en hostelería en nuestro país ha sido un claro referente de la situación microeconómica del consumo, donde se aprecia realmente si existe crecimiento o no del mismo más allá del sector retail de que marca no solo los datos de alimentación sino también de otro tipo de productos fungibles no tan «necesarios como la comida».
Así podemos observar como el sector hostelero, artífice del ocio gastronómico y a la vez motor de emprendimiento va consolidándose mes a mes como un claro referente de recuperación que atisba un futuro alentador.
Un futuro lleno de bares
Para centrarnos en el presente, en un estudio reciente de la consultora Nielsen sobre los hábitos de consumo fuera del hogar en los establecimientos de hostelería de los países europeos,
Los españoles somos los que más vamos a comer a los bares, y es de extrañar debido al gran número de ellos diseminados por todo el territorio nacional, pero lo curioso realmente es el mayor dato aportado por esta tipología, frente al restaurante , que ha sufrido un descenso frente a su hermano menor, seguramente por efecto de crisis de los últimos años así como los cambios de costumbres de los consumidores y los nuevos hábitos del público más joven.
Este dato apoya también otra de los datos del estudio que arroja el dato de que cuatro de cada diez españoles comparten mesa o barra con la tecnología mientras comen en un establecimiento hostelero, los que hace ver claramente por donde va la tendencia.
La información arrojada también nos detalla de forma muy curioso como la comida sufre la misma evolución que la sociedad, y de todos los consumidores encuestados en los diferentes países de la unión europea, somos a los que más nos gusta ir a los bares, a disfrutar a compartir y por supuesto a comer, que de esto se trataba el estudio, seguidos por los lituanos, lo griegos, los británicos y los irlandeses.
El tipo de comida y establecimiento que frecuentamos también es muy significativo, ya que el fast food que en muchos casos conlleva un ahorro en el ticket medio en contra de su excelencia nutricional (no en todos los casos), está ya casi en el medio, siendo elegido por más del 40% de los que comen fuera de casa.
Menos mal que la tradición no ha muerto y el resto de la población sigue apostando por la reflexión positiva del lugar de encuentro, bullicio y comunicación que siempre han sido nuestros bares y sus mejores referentes, los restaurantes de mantel, excelentes acompañantes de sobremesas inolvidables
Lo que no está tan claro es la mejora progresiva del dato del Street food, ya que las restricciones legales, se encargan de que aún viendo como en los inicios sus crecimientos desde cero fueron enormes, ahora sus porcentajes ascienden de forma más controlada debido a estos factores normativos, pero son una clara tendencia de alternativa de gastronomía y ocio.
De momento aún estamos lejos de los datos de los centroeuropeos que este tipo de comida arroja datos de casi el 20%, muy lejos de nuestro escaso 3%.
