Analizamos por qué la crema de calabaza viene de fábula como última comida del día, debido a sus propiedades sedantes y depurativas, al tiempo que contribuye a la regeneración y el cuidado de la piel durante el tiempo de descanso.
La crema de calabaza es una modalidad de puré, confeccionada con calabaza, que se elabora de diversas formas a lo largo de las distintas cocinas que conforman el repertorio gastronómico del mundo.
Hablamos de una preparación que se sirve tanto fría como caliente.
En este artículo indagamos en sus principales aportes nutricionales, sobre todo como opción para disfrutar de una cena apetitosa y saludable, al tiempo que aportamos algunas indicaciones para elaborarla.
Principales beneficios que brinda la crema de calabaza a nuestro organismo
La crema de calabaza suele ofrecer un denominador común a quienes tienen la fortuna de disfrutarla: “está riquísima”. Entre otras propiedades, fortalece nuestras defensas, y ofrece propiedades antioxidantes.
Eso por no mencionar cómo cuida del sistema cardiovascular y beneficia al aparato digestivo, así como al aparato urinario, los riñones y la vista.
Una crema de calabaza convencional nos puede suministrar minerales tan relevantes como el magnesio, hierro, potasio, fósforo y cinc.
Además, se cataloga como una verdura muy rica en vitamina A y elementos antioxidantes, que regulan y controlan las sustancias tóxicas que se generan en nuestro organismo.
No en vano, la vitamina A es crucial para velar por nuestro sistema inmunitario y al incorporarla a nuestro cuerpo estaremos incrementando la calidad de nuestras defensas, algo muy reseñable en otoño e invierno, cuando más se consume esta verdura, debido a que la crema de este sanador producto hortofrutícola ayuda a minimizar el riesgo de padecer catarros y gripes.
Así mismo, es una apuesta altamente recomendable para cuidar la salud de las personas que padecen sobrepeso u obesidad, ya que además de aportar pocas calorías y ser baja en grasa, es depurativa y contiene mucha fibra.
Manera estándar de confeccionar una crema de calabaza
Para su elaboración seguiremos estos sencillos pasos:
- Lo primero que tenemos que hacer es pelar la calabaza y trocearla en porciones.
- A continuación, se deposita una cebolla en una cazuela, y se rehoga hasta que la textura de esta sea transparente.
- A renglón seguido, se suma la calabaza que habíamos pelado y recortado previamente.
- Durante la cocción, si lo consideramos necesario, se agrega agua para evitar que la calabaza se adhiera al fondo de la cazuela.
- Hecho este proceso, se tritura la calabaza en una batidora y se le añade sal. En este procedimiento, también es importante cuidar las pipas de calabaza.
Por último, se vierte la crema de calabaza en platos hondos, y se ornamenta con las pipas que debemos tostar por separado, así como con nata líquida.
Para el acompañamiento de las Pipas, la idea es acompañarlas con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y tostarlas hasta que se hinchen, momento en el que hay que retirarlas y depositarlas en un papel de cocina.
Este paso es de suma importancia, ya que las semillas del interior de la calabaza resultan muy ricas en cinc, mineral que nos ayuda a mantener en buen estado nuestro sistema inmunitario. Estas semillas de calabaza también aportan ácidos grasos Omega 3, cuya principal propiedad es su poder antiinflamatorio.
Como sugerencia adicional, también le puedes agregar puerros (generoso en proteínas, fibra, folatos, vitamina C y B6) cortados en rodajas, así como una patata (ideal para cuidar el sistema circulatorio), que puedes presentar en tacos pequeños.
La función que cumple la patata es agregar consistencia a la combinación de estos elementos para que la crema incremente su textura cremosa.
Por qué la crema de calabaza es ideal para la cena
La crema de calabaza es una opción muy recomendable para consumir en horario nocturno, cerca del tiempo de acostarnos.
- En primer lugar, por sus propiedades sedantes, por lo que muchos médicos y nutricionistas la prescriben para tratar y curar el insomnio.
- Además, contribuye a hidratar y regenerar la piel, así como a rellenar las líneas finas y matizar las arrugas durante el tiempo de descanso.
- También es estupenda para favorecer una digestión rápida, al tiempo que vela por la salud de nuestro sistema digestivo, ya que es baja en calorías. Además, contiene propiedades diuréticas, depurativas y aporta bastante fibra.
- A todo esto, hay que agregar ese sabor suave y delicioso, donde se perciben cada uno de los nutrientes de los elementos que la integran, que deja en los comensales que la degustan una grata sensación de saciedad y deleite.
A todas estas ventajas tan relevantes para nuestra salud, se agrega el factor diferencial de lo sencilla y cómoda que es de elaborar.