Es muy temprano, hace frío, y te queda un largo día por delante; la solución: una buena taza de café. Pero, ¿sabes los diferentes tipos de café que puedes pedir?
El café es una bebida que hace que afrontes el día con más ganas, ya sea a primera hora de la mañana para que la jornada no se te haga cuesta arriba o después de comer para luchar contra el sueño y poder seguir con sus tareas. Pero además, para mucha gente, el café es más que un estimulante, es un hobby, una delicia a la que dedicar tu tiempo y compartir con tus seres queridos.
El café es una bebida que se extrae a partir de los granos molidos y tostados de las bayas de la planta de café. Su origen se atribuye a los bosques altos de Etiopía, donde crece esta planta de manera silvestre y donde, los habitantes de estas tierras, empezaron a consumirla debido principalmente a sus cualidades estimulantes. Estas cualidades estimulantes las otorga la alta concentración de cafeína que tienen estos frutos. Por ello, cuando tomamos café, nos sentimos más despiertos y activos.
Tipos de café que puedes pedir en un bar
Si quieres ir un poco más allá del típico café solo o con leche, no te pierdas nuestra lista de cafés que puedes pedir en prácticamente cualquier bar:
- Café solo, café cortado y café con leche: estos tres cafés tienen la misma composición, café y leche, solo que en distintas proporciones. El café solo no tiene nada de leche o ningún añadido. El café cortado es una mezcla de café con un toque de leche, muy poca cantidad. Y el café con leche es, tradicionalmente, mitad café mitad leche.
- Café descafeinado: este café es para aquellos que aman el sabor del café, pero consideran los efectos estimulantes contraproducentes para su día a día, por eso, no contiene cafeína.
- Café carajillo: es un café con brandy caliente.
- Café bombón: a este café se le añade un chorro de leche merengada para dar un toque dulce y cremoso.
- Café belmonte: este tipo de café tiene tanto un chorro de brandy como un chorro de leche merengada, resultando un sabor complejo y contundente que te calentará el estómago y la mente.
- Café irlandés: 2 cucharaditas de azúcar moreno, ¼ de whisky irlandés, 2/4 de café solo y ¼ de nata. Si sigues esta pequeña receta, tendrás el clásico café irlandés.
- Café balalaica: igual que el irlandés, pero con vodka.
- Café turco: en este tipo de café cambia más la elaboración que los ingredientes. Para conseguir un café turco, tienes que hervir agua, y cuando esté en ebullición, incorporar el café. Se deja que hierva y se van añadiendo gotas de agua fría hasta tres veces. Después se sirve, se deja enfriar hasta ser bebible, ¡y para dentro!
- Café capuccino: café solo con una gruesa capa de espuma de leche sobre él.
- Café caribeño: esta tropical versión de la bebida tradicional del café es mucho más refrescante y ligera, en su composición hay café, azúcar moreno, ron y vainilla.
- Cafe mocca: otro clásico, esta vez café con jarabe de chocolate y canela o cacao en polvo.
El café, tal y como lo entendemos hoy en día, es mucho más que una infusión de los frutos de la planta de café y como has podido comprobar, puede servirse de muchas maneras, además de acompañarse con otros ingredientes.
Ahora que ya has comprobado algunos de los cafés que puedes pedir en cualquier bar o establecimiento de hostelería, ¿a qué esperas para probar estas combinaciones?
De todas formas, existen muchas otras variedades que son menos conocidas pero que también debes atreverte a probar, como el café con mantequilla, el café vietnamita con huevo, el café árabe con cardamomo o canela, el café con puré de calabaza, etc.