La cerveza no deja de sorprendernos, primero por sus variedades, luego por sus excelentes productos artesanales que ocupan ya gran parte del mercado, y ahora por ser el complemento perfecto para después del deporte.
Ni Aquarius ni Gatorade, una buena caña de Cerveza y todo el aporte de vitaminas y minerales que preconizan las bebidas isotónicas, lo conseguimos con el trago que más nos gusta, aunque también con un poco de gradación, por eso la moderación se hace indispensable.
En un estudio reciente del Catedrático de Fisiología Médica de la Universidad de Granada y autor del estudio «Idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo de los deportistas», Manuel Castillo, nos saca del atolladero a los que practicamos deporte y no queremos abandonar el fermentado.
La composición de la Cerveza es principalmente el liquido elemento, Agua y en su proceso de fermentación con el cereal, la levadura y los lúpulos, genera una compuesto , aparte de excelente y sabroso, lleno de aminoácidos, vitaminas, minerales y antioxidantes que reemplazan las pérdidas ocasionadas por el ejercicio.
En el postulado, la conclusión detalla que en la dinámica del ejercicio perdemos gran cantidad de elementos hidro-minerales a través del sudor y la ingesta del líquido fermentado de baja graduación que es la cerveza al concluir el deporte, recupera esos elementos y facilita la recuperación, sobre todo en un ambiente caluroso.
Además, en el estudio, se recalca que el famoso miro de la obesidad causante por la Cerveza es falso, ya que 200 mililitros de cerveza (la caña o el botellín tradicional) contienen 90 kilocalorías, si esta es con alcohol y solamente 35 kilocalorías si se trata de la O,O.
Así pues el abuso en cantidad y sobre todo los acompañamientos que le damos con comidas y aperitivos si añaden grasa al organismo.
En busca del equilibrio Homeostático
Se debe medir la cantidad siempre como una rehidratación que es necesaria para el organismo, y que sea capaz de reinstaurar las reservas energéticas perdidas, y así en muchos casos mejorar el rendimiento físico-deportivo y optimizar la velocidad de recuperación post-esfuerzo.
Una Apuesta en firme de esta teoría que debe ser considerada ya mismo como practica real está llevándose a cabo por miembros de la Universitat de Valencia (UV) que su gesta radica en la realización de carreras «Beer Runners», con ellas fomentan la actividad física, corriendo en grupo al aire libre, y concluyen el recorrido disfrutando de una cerveza y una tapa.
Realmente este tipo de iniciativas no son nuevas, cas 10 años en la ciudad Estadounidense de Filadelfia, un grupo de runners de la urbe, descubrieron las investigaciones del profesor Castillo, y decidieron elevarlas a «la maxima» de reunirse cada semana para correr en grupo y tomar una cerveza después.
Larga Vida al «Running» y por su puesto a la «Cerveza».