Tantos años sin saber de él, en el mundo conocido, y ahora parece que la planta de los dioses mayas nos puede dejar…
Desde el siglo XV el cacao se exportó al mundo y con el la elaboración del chocolate, su consumo ha ido creciendo en América y Europa paulatinamente.
Sus propiedades, gustos, refinamiento en la elaboración ha ido creando una dependencia de consumo que a cualquier hora alguien en el mundo esta consumiéndolo.
Según el diario británico, The Daily Mail, en una reciente noticia, los expertos están en posición de decir que debido a la alta demanda, que cada año además es creciente, en el continente asiático, en el año 2020 podría desaparecer.
Esto viene en relación también a la escasez de semillas de cacao y su consumo extensivo puede estrangular su producción.
En marzo los precios del cacao alcanzaron un máximo histórico en dos años y medio, con un precio de US$ 3.031 por tonelada en Nueva York. Incluso la Organización Internacional del Cacao ya ha señalada que en ese mismo año 2020, habrá un déficit de 150 mil toneladas de chocolate, el mayor en más de 50 años.
Realmente debido a la creciente demanda de países como China y la India, con poblaciones volcadas en su consumo, deberíamos fomentar el consumo de sustitutivos que aporten propiedades similares,
Cambiar el habito del consumo de chocolate por el de los frutos secos puede dar ese aporte energético que conocemos del derivado del cacao, pero lógicamente no es lo mismo disfrutar con una Onza de al 70% de cacao con un café a media tarde que cambiar ésto por un Té con «panchitos«.
Demos rienda suelta a la imaginación para enseñar a los miles de pobladores de las estepas, Siam y Kamchaka, otro manjar que no este «agonizando», o enseñemos les a plantar cacao, quizás la solución más eficaz…
