En la antesala de la primavera, las camelias florecen y con ellas nos llega el evento gastro-floral de la Reina del Jardín Atlántico.
La Ruta de las Tapas de la Camelia, está promovida y organizada por la asociación hosteleros e iniciativas turísticas de Vilagarcía, (AHITUVI) que ha convocado a un total de 11 establecimientos de hostelería de la localidad para desarrollar tapas creativas y singulares.
Durante los próximos días 13, 14 y 15 de Marzo, los establecimientos de hostelería adscritos al evento ofrecerán a sus clientes y visitantes las elaboraciones de seudo-japónicas comestibles que no dejarán a ninguno indiferente.
Por una cantidad de 1,5€ el visitante podrá descubrir el apasionante mundo de la camelia ahora desde el placer de degustar sus variedades en forma de aperitivo.
El evento se presenta como complemento de las actividades relacionadas con la celebración en la localidad Atlántica del Certamen Internacional de la Camelia, que tendrá lugar esos días en el centro de convenciones Fexdega.
Originarias de Asia Suroriental, China y Japón, agrupa a más de 200 especies y es una de las plantas, o arbustos más bellos debido a su explosión de color es épocas pre-primaverales en las zonas húmedas del noreste peninsular.
Su introducción en Europa vino de la mano de un religioso jesuita llamado o conocido como «Camellius«, que la exportó desde filipinas hace más de 4 siglos y que llegó a nuestra tierra para quedarse y convertirse en una especie casi autóctona de la Galicia Atlántica.
Para hacer honor a su vistosidad, los cocineros y chefs de los restaurantes y bares participantes del evento, elaborarán:
- Japónicas Gigantes, a base de atún rojo con arroz y bañado en aceite aromático,
- Tartaletas de crema de cachelos con grelos y pulpo regado todo con la infusión de los pétalos de las camelias.
- Tapa de pollo en base de camelias con el fruto de la vid, haciendo honor a la especie granjera muy común en estos lares.
- Pimiento rojo relleno de carne con bechamel y decorado con una reducción de aceite de camelia, para hacer honor también al bovino autóctono de la tierra.
Arte floral al servicio de la gastronomía gallega que marida perfectamente con los caldos de la tierra, cuna del Albariño y por ende el mejor aliado para acompañar estas exquisitas creaciones culinarias de los Hosteleros Vilagarcianos.
