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Las claves para una piel radiante: Alimentación sana y protección solar

Nutrición y Salud

Cuidar la piel mediante los alimentos que consumimos y protegiéndola de la exposición solar es la mejor estrategia para mantener una apariencia saludable y prevenir el envejecimiento prematuro

La piel es el órgano más grande del cuerpo y debemos asegurarnos de que está bien cuidada, no solo por razones estéticas, sino también por salud.

Mantener una dieta equilibrada rica en una variedad de nutrientes y protegernos de los rayos de sol es fundamental para mejorar el aspecto y la salud de nuestra piel.

Alimentos clave para nuestra piel

Si queremos tener una piel sana y radiante, hay que asegurarse que nuestra dieta está llena de alimentos con vitaminas A, B, C y E que nos ayudarán, entre otras cosas, a la regeneración celular, producción de colágeno e hidratación de la piel.

Alimentos como zanahorias, cítricos, pimientos rojos y otras frutas y verduras mencionadas a continuación son grandes fuentes de estos nutrientes.

Alimentos con un alto contenido de agua

Consumir frutas y verduras con alto contenido de agua hará que nuestra piel esté más hidratada, lo cual es muy importante durante todo el año, pero especialmente durante los meses de más calor.

La sandía, por ejemplo, contiene un 92% de agua, y además es rica en vitaminas A y C. Otras frutas y verduras con un alto contenido de agua son las acelgas, el pepino y el melón.

Alimentos ricos en Omega-3

Nutrición y SaludEl Omega-3, aparte de prevenir enfermedades cardiovasculares, mejora la hidratación de tu piel. Dos alimentos que son una excelente fuente de Omega-3 son el salmón y las nueces.

El salmón es rico en vitamina D, tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a fortalecer huesos, dientes y músculos.

Por otro lado, las nueces son una fuente alta de potasio, zinc y magnesio, y proporcionan proteína vegetal y ácido fólico.

Alimentos ricos en antioxidantes

Comer alimentos con antioxidantes ayuda a protegernos de los daños que el medio ambiente provoca en nuestra piel, ya sea el sol, la luz artificial o la contaminación.

Estos daños generan radicales libres, que son un tipo de molécula inestable que acelera el proceso de envejecimiento de la piel, creando arrugas y manchas. Los antioxidantes son capaces de estabilizar los radicales libres y prevenir los daños que ocasionan en nuestra piel.

Algunos alimentos ricos en antioxidantes son los arándanos, que además tiene un alto contenido de vitaminas A, C y E; el aguacate, que es una excelente fuente de grasas saludables que fortalecen la barrera cutánea; las espinacas, que aparte de tener una amplia variedad de vitaminas (A, C, E y K), contienen ácido fólico y betacaroteno; y los tomates, que son ricos en licopeno, un tipo de antioxidante.

Aunque incorporar estos productos en nuestras comidas es esencial para mejorar la salud de nuestra piel, si queremos evitar el envejecimiento prematuro a causa de la exposición solar debemos combinarlo con otras maneras de proteger nuestra piel.

Proteger nuestra piel del sol

No protegerse correctamente del sol puede tener consecuencias visibles a partir de los 25 años, manifestándose como pequeñas arrugas de expresión en los extremos de los ojos (conocido coloquialmente como “patas de gallo”).

Cuando no nos protegemos del sol, los rayos UV penetran profundamente en la piel y reducen la producción de colágeno, lo cual causa sequedad y manchas solares. Además, la exposición prolongada al sol sin protección puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.

Por ello, debemos protegernos del sol con crema solar y otros métodos anti-rayos UV. La piel de los párpados y contorno de ojos es extremadamente sensible, y, por lo tanto, es más fácil dañarla por la exposición al sol.

Debido a su zona, no es recomendable aplicar crema solar cerca de los párpados, ya que es una área muy sensible y nos puede entrar dentro de los ojos.

Las mejores alternativas para asegurarnos que estamos protegidos del sol son las gafas de sol con filtro UV400 y gorras con protección solar.

Este tipo de accesorios nos ayudan a proteger la piel del sol:

  • Las gafas de sol homologadas pueden evitar problemas oculares como las cataratas.
  • Las gorras pueden proteger la frente y sienes, que son de las primeras zonas de la cara que empiezan a mostrar signos de envejecimiento.

En conclusión, añadir a nuestra dieta alimentos ricos en vitaminas, antioxidantes y altos en agua combinado con una adecuada protección solar, ya sea con crema solar, gafas o gorras, es esencial para prevenir el envejecimiento prematuro y mantener una piel saludable, joven y radiante.

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