Alimentarnos en nuestro día a día es necesario y esto está abriendo novedosas formas de hacerlo, a través de diferentes operadores en el mercado de la gastronomía.
Necesitamos alimentarnos para vivir. Ahora en el siglo XXI tenemos dos opciones claras de hacerlo, decidir comer bien a domicilio o hacerlo fuera del hogar en las múltiples opciones que nos brinda la hostelería.
Los benjamines de la familia en un alto porcentaje de la población almuerzan y comen dentro de los centros escolares, principalmente porque en la familia nadie está en casa durante el día y también si este no fuera el caso, porque es importante poder disponer de tiempo para hacer otras «obligaciones domesticas» o «laborales».
Comer fuera de casa es algo muy habitual entre los adultos en las sociedades modernas. El estilo de vida marcado generalmente por las jornadas laborales hace que una de las comidas, generalmente la del medio día, la hagamos fuera de nuestro hogar, en bares, cafeterías, o restaurantes.
Más que devoción, seguramente sea obligación, para así coger fuerzas durante las horas de trabajo de las tardes entre semana.
Igualmente y si nos vamos al lado opuesto, comer en casa supone a las personas, no solo programar y planificar el que tenemos que comer, sino también hacer un buen aprovisionamiento de ingredientes de todo tipo, para posteriormente cocinarlos.
Esto es tiempo y cada vez parece que disponemos de menos, con lo que nos lleva a tomar decisiones de compra, como son las comidas preparadas, recurrir al fast food o productos de quinta gama que hacen más sencilla esa necesidad diaria.
¿Cocinamos o nos alimentamos sin cocinar nosotros?
Cuidarnos y cuidar a los miembros de una familia no solo pasa por la seguridad y la medicina, la alimentación es uno de los principales retos de las sociedades modernas, sobre todo en el campo de la nutrición infantil.
Aprovisionarse de ingredientes saludables, y posteriormente elaborar cada vez es más complejo dentro de las grandes urbes, así que: ¡La duda está servida!
Por un lado si nos gusta cocinar, tenemos tiempo y lo hacemos, tenemos que tener en cuenta el paso previo por el super o ya con internet, hacer la compra online, y así asegurarnos de que comemos de forma óptima, porque lo que uno elabora se supone estará siempre enfocado a mantener una nutrición saludable…
La otra posibilidad es comer bien, sano y saludable sin movernos de casa recurriendo a los diferentes operadores de servicios de restauración a domicilio que no traen a casa el menú del día, nuestros platos preferidos de los restaurantes de moda o una selección de recetas de restaurantes donde el producto y la elaboración son su principal valor.
Esto hace tiempo era impensable, salvo bajar a «coger el plato directamente» al bar o restaurante debajo de casa.
Ahora todo ha cambiado la tecnología, las webs internet y las apps, son capaces de trasladar la demanda de un cliente al restaurante en segundos, y éste enviarlo a tu domicilio, recién hecho, en tiempos récord, manteniendo optimas las condiciones de la comida.
¡Estamos en la era de la Tecnología y de la Nutrición saludable a un solo clic!