Comenzó el mes de agosto, y en la capital de España aún se puede disfrutar de un elenco de establecimientos de hostelería que nos permiten comer al aire libre.
Las terrazas son esos lugares emblemáticos de los restaurantes donde vegetación, buen gusto y decoración suelen fusionarse para ofrecer un entorno agradable a los comensales y poder servir sus mejores creaciones en un espacio que no todo el año suele estar disponible.
Cada vez es más usual ver ampliaciones en los locales para poder ofrecer este espacio a sus clientes durante todo el año, pero la climatología, el esfuerzo económico aveces o la imposibilidad administrativa hacen que estos lugares durante los meses de calor sean los más demandados.
Madrid tienen fama de excelentes terrazas para comer o cenar, y prueba de ello es la selección de establecimientos que os mostramos a continuación.
Cien Llaves
En plena plaza de Cibeles, se ubica este restaurante, concretamente en los jardines del Palacio de Linares.
Se respira paz y tranquilidad en plena urbe donde la vegetación amortigua el ruido y a la vez dota de sombre refrescante al visitante.
Su oferta gastronómica va desde los callos a la madrileña, a la novedosa brandada de raya.
No se puede obviar ni sus croquetas ni su ensaladilla rusa como platos para compartir, sin dejar de lado para los más atrevidos con sus anchoas en salazón que harán las delicias de los comensales.
Placer y sosiego según como se vea, ya que el visitante podrá degustar excelentes cocktails y copas en la zona habilitada para ello, representada y dirigida por «Le Cabrera».
Dirección: Recoletos 2, Madrid
Bosco de lobos
En pleno barrio de Chueca, y situado en la terraza interior del colegio de Arquitectos de Madrid, se encuentra este enclave privilegiado.
Perteneciente al grupo de restauración En Compañía de Lobos, se presenta como la segunda iniciativa gastronómica en la capital, avalado por el éxito de su predecesor Ana la Santa.
Rodeado de abundante vegetación esta flanqueado por una biblioteca y por supuesto el mejor diseño (Estamos en casa de los profesionales), es un rincón perfecto para el ambiente cool de la ciudad.
La Bruschetta de berenjena, con tomate y mozzarella o el carpaccio de bresaola con alcachofas a la brasa son de obligada prueba, y para los amantes de lo «natural», el tartar de atún con cítricos,aceitunas negras y helado de wasabi dan color a esta propuesta gastronómica sencilla, pero magníficamente ejecutada.
Dirección: Hortaleza 63, Madrid
La Bomba Bristrot
En pleno distrito financiero de la capital, se alza esta bonita terraza que funciona durante todo el año, siendo en invierno su comedor de fumadores…
Se presenta con una oferta de cocina de mercado donde destacan sus variados entrantes destacando el Tartar de secreto de buey.
La ensalada de centolla o el gazpacho de txangurro son dos platos ineludibles de esta estación.
En su brasas se elaboran Poulet rôti du dimanche y las Famosas Chuletas Idefix, Astérix u Obélix, rindiendo homenaje al caracter Galo del maestro y chef Christophe Pais.
Dirección: Pedro Muguruza 5, Madrid
Shukran
Situada en el jardín de la «Casa Arabe» (Antiguas escuelas Aguirre), esta terraza es un enclave muy agradable sobre todo cuando cae la tarde y el tráfico de la calle Alcalá disminuye.
Especializada en la cocina libanesa nos ofrece una combinación irresistible de sabores de tradición milenaria con la más vanguardista tendencia culinaria.
Sencillo pero elegante, nos ofrece sus wraps, pizzas libanesas, humus, muttabal, felafel, etc
Su servicio es discreto, pero el lugar y sus precios lo hacen indispensable para después de un paseo por el cercano parque del retiro.
Dirección: Calle Alcalá 62, Madrid
Tartan Roof
Desde las alturas llega el nuevo concepto estacional de Javier Muñoz-Calero. Situado en la azotea del Círculo de Bellas Artes de Madrid. la frase de Madrid al cielo combina con la oferta gastronómica menos castiza.
Las fusiones asiáticas y sudamericanas nos ofrecen una tempura húmeda de cangrejo de concha blanda, , kimuchi, jengibre polvo de alga nori o las más clásicas albondigas de solomillo de cerdo, pero esta vez agridulces y ahumadas, con lino, sésamo de wasabi y bulgur a la naranja, de lo más común por estos lares…
Debe ser que al estar cerca de las nubes, la oda a la comida se convierte en arte. Interesante también el Citronelle stay de pollo de corral y romesco de maní lychee.
Para acompañar a la Diosa minerva que la tenemos presente, no debemos olvidar la variedad de cocktail de «dioses» que nos ayudarán a dar colofón a la velada.
Dirección: Marqués de Casa Riera 2, Madrid
¡Buen provecho!
